Albergando un Amigo: una lucha diaria en la protección animal en Puerto Montt

La agrupación partió rescatando a caballos en el sector de Angelmó y hoy trabajan por la esterilización y educación para la protección animal, una tarea necesaria pero costosa, por lo que permanente necesitan colaboración.

HISTORIA

La agrupación Albergando un Amigo de Puerto Montt nace en 1984 gracias al Dr. Eduardo Vargas, médico veterinario de la Universidad Austral de Chile.

En esa época había sido bautizada como Sociedad Protectora de Animales y Naturaleza, y funcionó como tal hasta el año 2006, cuando se optó por cambiarle el nombre a Albergando un Amigo debido a que, en esa época, y desde el año 90 aproximadamente, se contaba con un albergue que estaba a su cuidado.

El objetivo original de la organización era la protección de los caballos que utilizaban como animales de carga en el sector Angelmó y otros lugares donde frecuentaban carretoneros.


Cuando fallece el doctor Vargas queda a cargo el veterinario Domingo Vera y otros voluntarios. Para ellos era prácticamente imposible hacerse cargo de caballos, por lo que su labor empezó a localizarse en perros y gatos, pues por esa época en Puerto Montt era común controlar a la población canina y felina en abandono con el uso de estricnina.

Era habitual que durante la noche salieran funcionarios municipales a tirar carne con veneno a las calles para luego recoger cadáveres en la madrugada. Por esto, varios voluntarios tenían la misión de salir en vehículos a rescatar a los perros y esconderlos en un refugio ubicado donde actualmente está el consultorio Carmela Carvajal, en calle Regimiento. Una vez que pasaba el peligro los devolvían a la calle.

En 1996 el albergue se trasladó al sector de Lagunitas y tras varias situaciones que afectaron el funcionamiento de ese lugar, y en especial el rescate de más de 400 perros desde Chaitén el año 2008, hicieron que la directiva de la época optara por cerrar el lugar luego de haber dado en adopción a todos los perros posibles a fines de 2009.

Como la gente ya sabía que había un lugar donde recibían perros y se produjo una situación complicada con una persona que se quedó viviendo ahí, el albergue fue tomado por otra organización creada para tal efecto y que es la que lo mantiene hasta hoy con más de 120 perros adultos. Esa organización se llama Albergue de Perros Abandonados.

En esos años algunos de los voluntarios de Albergando un Amigo se trasladaron a esa nueva entidad y, a su vez, la agrupación optó por dedicar sus esfuerzos al origen del abandono potenciando la educación, la esterilización y las adopciones, sin perjuicio del apoyo que se puede dar en los casos de rescate y denuncias de maltrato.

Para impulsar el trabajo territorial, el año 2016 generan un aliado llamado Fundación Albergando un Amigo, que tiene por objetivo generar una red de trabajo a nivel nacional e internacional, y buscar proyectos que permitan el financiamiento de las labores del voluntariado de la agrupación.

MAYORES NECESIDADES

Priscila Alvarez, presidenta de la agrupación, comenta que “el gran problema de las organizaciones como Albergando un Amigo y otras, es la ausencia de recursos permanentes, ya que ni los alimentos son gratis ni las atenciones veterinarias son de bajo costo. Por ejemplo, un perro atropellado le puede costar a una organización entre $300.000 y $500.000 por atención veterinaria, y lo mínimo que se paga por la esterilización de un perro abandonado son $25.000“.

Diariamente los voluntarios salen a las calles, tanto de Angelmó como del centro y otros sectores, para alimentar a los perros que están en abandono y así evitar que se trasladen a otros lugares y generen problemas con el vecindario.

El voluntariado también se encarga de esterilizarlos y llevarlos al veterinario si sufren algún accidente o enfermedad. Además hay perros en albergues temporales a los que también se les entrega alimento, vacunas y atención médica en general.

Por eso, lo que más urge tener hoy son recursos para acceder a atención veterinaria y alimento.

“Para que todos tengan tranquilidad es importante que sepan que las agrupaciones se mantienen en permanente contacto a través de grupos de WhatsApp, y por lo tanto cuando una organización recibe ayuda también está atenta a brindar esa ayuda y compartirla con otras organizaciones o rescatistas independientes, porque al final todos apuntamos a lo mismo: cambiar el rostro de Puerto Montt y modificar los comportamientos humanos que hacen que el abandono y el maltrato sigan existiendo“.

COLABORA CON ALBERGANDO UN AMIGO

Puedes hacer tu aporte a Cuenta corriente 6304993-0 Banco Santander o Chequera electrónica 825-7-124816-2 BancoEstado. Los depósitos y transferencias a ambas cuentas deben ir a nombre de Agrupación Albergando un Amigo, RUT: 65.631.890-2 y correo: albergandounamigo@gmail.com.

Para más información visítalos en www.albergandounamigo.cl o en su cuenta de Instagram: albergandounamigo.

Catalina Álvarez