Uno de cada tres países no tiene leyes para regular la calidad del aire

Actualmente un tercio de los países del mundo carece de normas legales a la calidad del aire en espacios exteriores. Así lo alertó la primera evaluación de las leyes y normativas sobre la calidad del aire realizada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la que además destaca que el 31% de las naciones que sí cuentan con leyes para este fin, no las han aplicado por completo.

El informe se elaboró en el marco del Día Internacional del Aire Limpio que se celebrará el próximo 7 de septiembre, con el propósito de examinar la legislación nacional sobre calidad del aire en 194 Estados y la Unión Europea, analizando varios aspectos de los marcos legales de estos países y evaluando su eficacia para garantizar el cumplimiento de las normas de calidad del aire.

La conmemoración del Día Internacional del Aire Limpio, fue instaurada por la ONU en 2019 y celebrada por primera vez en 2020. En ese entonces el lema fue “Aire limpio por un cielo azul”, mientras que este año será “Aire saludable, planeta saludable”.

El estudio señala que no existe un enfoque único para el control de la calidad del aire, pero que existen razones importantes para que los países incluyan este tipo de legislación. Entre ellas, destacan la de garantizar la responsabilidad institucional, la transparencia y la rendición de cuentas, y la de crear arquitecturas administrativas para apoyar y afianzar la aplicación de las normas de calidad del aire.

Regular toda actividad que pueda generar contaminación en el aire, es un tema trascendental que, claramente, no se está tratando como debiera a nivel mundial. Esto no sólo contribuye a, por ejemplo, el cambio climático, sino que también afecta la vida de las personas. Solamente en América, más de 320 mil muertes prematuras son atribuibles a la mala calidad del aire.

Sin ir más lejos, en el contexto actual, distintos estudios científicos han descubierto que existe una relación entre la mala calidad del aire y la mortalidad por COVID-19. Uno de los más citados es el de los investigadores de la Escuela de Salud Pública TH Chan de la Universidad de Harvard, el cual señala que existe mayor mortalidad en pacientes con COVID-19 que hayan estado expuestos por periodos largos a PM2.5.

La materia particulada, o PM2.5, son partículas muy pequeñas suspendidas en el aire (tienen un diámetro de menos de 2.5 micras), que incluyen sustancias químicas orgánicas, polvo, hollín y metales.

Por | Catalina Álvarez| Foto D.P.