De la FECH a La Moneda: ¿Cómo Boric logra ascender en su carrera política?

El abanderado de Apruebo Dignidad se convirtió en el Presidente electo con una diferencia de once puntos sobre su contrincante del Partido Republicano, José Antonio Kast, quien hoy vuelve a perder el apoyo de gran parte de la derecha y centro-derecha chilena.

El triunfo de Gabriel Boric este domingo en Chile fue holgado, bastante alejado de algunas proyecciones que indicaban que los resultados serían mucho más estrechos. Alcanzó 55,87% de las preferencias, es decir, un total de 4.614.469 votos, y Kast solo un 44,3%, o sea, 3.645.303 votos.

Con apenas 35 años, el actual diputado se convertirá en el próximo Presidente de la República, pasando a la historia como el presidente más joven del país. Además, nunca antes desde 1990 a la fecha, un presidente había sido elegido con tal cantidad de votos.

Los resultados lograron revertirse por completo ya que, en primera vuelta, Boric obtuvo dos puntos menos que el candidato republicano, un fenómeno que no se daba hace años en Chile. Particularmente desde 1999, siempre quien ganaba en primera vuelta se quedaba con la presidencia.

Y es que el trabajo en campaña del candidato y su conglomerado estuvo muy bien ejecutado. Logró capturar el apoyo de sectores tanto moderados como más extremos de la izquierda, e incluso de muchos independientes. Reflejo de ello, fue el gran triunfo que tuvo en algunas regiones donde en primera vuelta había ganado el excandidato Franco Parisi.

Realizó un despliegue territorial que le permitió visitar diversas zonas del país, además de designar como jefa de campaña a Izkia Siches, quien tomó un rol esencial para lograr la victoria.

Tampoco se debe desconocer su cercanía con el pueblo ya que desde muy joven Gabriel Boric se ha movilizado por causas sociales importantes como el Movimiento Estudiantil de 2011, además de participar activamente en la política siendo presidente de la Fech.

Luego logró llegar a la Cámara Baja. Con este ya son dos periodos como diputado, cargo que, sin duda, ha fortalecido su carrera y le ha dado aún más visibilidad a su persona y obra política.

¿Y qué falló con Kast, el gran triunfador de la primera vuelta?

Entre otras cosas, quedó claro que no logró convocar a nuevos votantes. Tuvo un gran desempeño en casi todo el sur del país, siendo primera mayoría desde las regiones de O’Higgins hasta Aysén. Sin embargo, estas regiones aumentaron su participación y no sumó apoyos.

En comunas donde se supone podría haber arrasado como Vitacura y Las Condes, tampoco aumentó su votación. Al parecer la derecha no se movilizó completamente por el candidato del Frente Social Cristiano.

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Otro factor fueron los votos de Parisi, aunque muchos no se lo esperaban. El excandidato del Partido de la Gente, tuvo un muy buen desempeño en el norte del país, y a pesar del apoyo que le entregó a Kast en los últimos días, tampoco sirvió ya que perdió en todas las regiones excepto en Tarapacá, donde obtuvo el 51%.

En primera vuelta, Kast, Sichel y Parisi sumaron más de 3,7 millones de votos, pero ahora Kast consiguió poco más de 3,6 millones.

Antes de postular a la presidencia, el candidato republicano ya tenía muchas diferencias y poco apoyo de algunos partidos de su sector, sobre todo de centro derecha, por su postura tan extrema. Fue solo durante su campaña presidencial que se sumaron algunos adherentes para fortalecer las posibilidades de derrotar a la izquierda, pero aún así muchos descartaron de antemano ser participantes activos de su posible Gobierno.

Hoy, que ya se encuentra fuera de la carrera, hay algunos políticos, especialmente de la UDI, que lo consideran un líder de la derecha. Sin embargo, desde Evópoli, por ejemplo, declaran que no se visualizan en la misma coalición con el Partido Republicano.

Domingo histórico.

Luego de conocerse los resultados oficiales de la votación, la gente salió en masa a celebrar en todo el país. En Santiago, miles de personas llegaron hasta el escenario montado en Alameda con Santa Rosa. Se estima que el nivel de masividad de esa noche, solo puede compararse a la elección de Patricio Aylwin en diciembre de 1989. Algunos registros se convirtieron en postales icónicas.

En su discurso, como pocas veces antes se había escuchado decir a un presidente de Chile, incluyó a los niños y niñas como sujetos políticos, hizo gran énfasis en el irrestricto respeto a los Derechos Humanos, prometió un Gobierno con enfoque de género en todas sus carteras, y recalcó su compromiso con las mujeres y disidencias.

También reiteró puntos claves de su programa de Gobierno como el fin a las AFP, asegurar pensiones y sueldos dignos, jornadas laborales más justas, protección al medioambiente y el fin al lucro en la educación.

Por| Catalina Álvarez| Foto D.P.