Forestal Arauco en el ojo público
Actualmente, son dos las familias dueñas de prácticamente toda la industria forestal en Chile. Los Matte, que controlan la forestal CMPC, y los Angelini, dueños de Celulosa Arauco. Ambas empresas controlan el 70% del negocio forestal, que produce más de 4 millones de toneladas de celulosa anualmente.
Según informa la Corporación Nacional Forestal (Conaf), los bosques del país cubren una superficie de 17,66 millones de hectáreas, lo que representa un 23,3% de la superficie del territorio nacional. De eso, aproximadamente 14,41 millones de hectáreas son bosques nativos, y 3,08 millones de hectáreas corresponden a plantaciones forestales.
El impacto de la expansión territorial de esta mega industria, ha sido ambiental y social. Son muchas las personas, sobre todo de comunidades mapuche, que han denunciado a Forestal Arauco por apropiación ilegal. Además, acusan explotación de recursos naturales y una considerable desforestación.
Hoy nadie responde por esto, ni desde el poder Ejecutivo ni del Judicial.
En 2020, el investigador Pablo Mansilla Quiñones, doctor en Geografía y Ordenamiento Territorial de la Universidad Federal Fluminense (Brasil), creó un mapa publicado para INTERFERENCIA, en el que muestra la extensión forestal, basándose en los datos del censo del año 2007 realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), y la localización de los títulos de merced en tierra mapuche, catastrados por Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi).
Explica que “el mapa permite identificar la forma en que se ha generado una frontera forestal que presiona las tierras y las formas de relación mapuche con su territorio, así como de los sistemas ecológicos que aquí se encuentran presentes. Estas dinámicas territoriales de la producción forestal presionan aún más la fragmentación territorial y social que viven las comunidades mapuche desde fines del siglo XIX, desde el periodo postreduccional”.
Hasta hoy, el conflicto entre forestales y comunidades no ha cesado. Al contrario, se ha intensificado, dando cuenta de posiciones polarizadas
entre los actores, incluyendo al propio Gobierno. Tanto la clase política como la élite, dueños de las forestales, se niegan a ceder o negociar.
En una reciente emisión del programa “Pauta Libre” de La Red, la periodista Alejandra Matus habló con Samuel e Ivette Salas, parte de la Sucesión Antileo, quienes denuncian que más de 2.700 hectáreas habrían sido apropiadas ilegalmente por la empresa Forestal Arauco en la Región del Biobío.
Denuncian ser perseguidos, hostigados y amedrentados por trabajadores contratados por la empresa, e incluso, sostienen que fueron ellos quienes provocaron un incendio en junio de 2020 que afectó al Fundo Chilcoco, donde se encontraba viviendo Samuel con su padre, en un intento de ocupación del predio para recuperar su territorio.
Ante este hecho tampoco hubo investigación ni peritaje.
Recientemente hubo otro incendio en las cercanías del Parque Nacional Radal Siete Tazas.
Un video que mostraba la detención de los brigadistas sospechosos de provocarlo, mostraba que llevaban puestos trajes de la celulosa.
Sin embargo, la Forestal Arauco salió al paso de la controversia indicando que, cuando ocurrió el incendio, esos brigadistas no pertenecían a Arauco y trabajaban para la brigada de otra empresa forestal. Solamente en la actual temporada habrían entrado a trabajar en la Celulosa Arauco.
Esto abrió el debate en torno cuál era la empresa a la que pertenecían en 2020 los imputados, pero, hasta el momento, es una incógnita que no ha sido esclarecida.
En el caso de Tomás Bravo, que conmocionó al país hace unos meses, se denunció que entre el fiscal a cargo del caso, José Ortiz, y la Forestal Arauco, habría una estrecha relación.
La denuncia comenzó a difundirse por redes sociales, pero la madre del menor, Estefanía Gutiérrez, indicó que no le extrañaría que la mencionada empresa esté involucrada en la muerte de su hijo.
“Un tiempo hubo un problema con Forestal Arauco. Se adueñó de propiedad de mi familia, plantaron sin autorización y después mi familia se reveló. Tuvo apoyo de otras personas y pudieron vender eso. Forestal Arauco no pudo hacer nada. Entonces yo no descarto de que ellos estén metidos”, declaró.
El Caso Tomás todavía se encuentra en investigación. Aún no se tienen pruebas concluyentes para determinar qué fue lo que realmente ocurrió con el niño.
Por| Catalina Álvarez | Foto C.P.