Investigan al jefe de la inteligencia de Carabineros en “Macrozona Sur” por posibles nexos con robo de madera
Se trata del Teniente coronel Christian Beltrán quien fue trasladado a la 38° Comisaría de Puente Alto. Una investigación en curso pidió levantar su secreto bancario ante las sospechas de haber recibido pagos de la industria del robo de madera. El oficial de la Dipolcar ya contaba con denuncias por mal uso de recursos fiscales y maltrato laboral.
El miércoles 27 de julio el alto mando de Carabineros removió al teniente coronel Christián Beltrán Alarcón como jefe de la Asesoría Zonal de Inteligencia de la Macrozona sur, una unidad con sede en Victoria, a cargo de monitorear la violencia rural y el llamado conflicto mapuche en el Wallmapu.
El comandante Beltrán era el funcionario de más alto rango de la Dirección de Inteligencia de Carabineros (Dipolcar) en una zona que, por los atentados ocurridos en los últimos años, recuperación de terrenos de parte de comunidades mapuche, estados de emergencia, robos de madera, muertes de civiles, policías y miembros de grupos de resistencia, ha estado en el centro de la política nacional por más de una década.
La caída del jefe de la Dipolcar en la Macrozona Sur, hasta ahora desconocida para la opinión pública, se debería a sospechas de que Beltrán tenía nexos con el mundo del robo de la madera, una industria ilícita que genera ventas de cientos de millones de dólares al año.
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A la hora de removerlo se presentó también una denuncia ante el Ministerio Público y, según confidencian varias fuentes al tanto de esta trama, se habría pedido ya levantar el secreto bancario para acceder a las cuentas del teniente coronel.
Es más, a la hora de removerlo se presentó también una denuncia ante el Ministerio Público y, según confidencian varias fuentes al tanto de esta trama, se habría pedido ya levantar el secreto bancario para acceder a las cuentas del teniente coronel. INTERFERENCIA consultó por la investigación a la Fiscalía Regional de Bíobio, donde se está viendo este caso, pero la entidad declinó comentar para este artículo.
Un hecho notorio es que la Dipolcar, a cargo del general Luigi Lopresti, no estuvo al tanto de la caída de Beltrán, sino que sólo se enteró después de que jefaturas superiores tomaran esa decisión. Pero tal como ocurría con los escándalos en la Iglesia Católica, la caída en desgracia no ha significado hasta ahora su expulsión, sino su traslado. En efecto, tal como corroboró este medio, Beltrán fue asignado como comisario a la 38° Comisaría de Puente Alto, función que debería asumir hacia fines de este mes. De momento, el ex hombre fuerte de la Dipolcar de la Araucanía se encuentra con licencia médica.
Fuentes policiales y gubernamentales interpretan este episodio como una declaración de autoridad de parte de la dirección general de Carabineros, encabezada por el general Ricardo Yáñez, que nunca ha visto con buenos ojos a la Dipolcar comandada por el general Lopresti. Menos aún después de un artículo publicado por INTERFERENCIA que aseguraba que este último silenciosamente ha tratado de socavar al gobierno de Gabriel Boric. (Revise acá el artículo).
Para la Dipolcar la caída de Beltrán fue sorpresiva, y pocos días después el general Lopresti envió a su brazo derecho, Pablo Letelier, a Victoria para calmar las aguas. Por cierto, Letelier, a cargo de la división de Seguridad Institucional de Carabineros, una suerte de contrapeso a Asuntos Internos que creó Lopresti, fue quien habría filtrado la hoja de vida del ex General Director Hermes Soto, y que contribuyó a su caída.
Nuestro hombre en el sur
El año pasado Beltrán fue denunciado por subalternos por maltrato laboral y también por el uso indebido de vehículo fiscales. En concreto, Beltrán habría utilizado un automóvil asignado a la unidad de Victoria para trasladarse diariamente desde su domicilio particular en Temuco a esta ciudad distante unos 60 kilómetros. En Santiago se inició un sumario administrativo que terminó con una amonestación mayor a los denunciantes que a Beltrán. Lopresti defendió a brazos partidos a su subalterno de Victoria, según varias fuentes consultadas.
A esas denuncias se sumaron después serias sospechas de que Beltrán, conocido entre su gente por ser un aficionado a los casinos y sus juegos de azar, podía tener vínculos financieros con algunas forestales de tamaño medio o pequeñas, que han estado involucradas en el negocio del robo de madera.
Las fuentes al tanto del caso nombran una forestal específica y aseguran que Beltrán y su dueño venían haciendo negocios hace tiempo. INTERFERENCIA tiene el nombre de esa empresa, constituida en Concepción, así como de su dueño, pero que no publicará hasta realizar una exhaustiva verificación.
Beltran vendria ocultando informes referentes a las organizaciones dedicadas al robo de madera desde su llegada a la unidad de inteligencia
Es más, personas al tanto de este caso aseguran a nuestro medio que Beltrán también estaría involucrado en la venta de información a diversos grupos mapuche, ya sea para alertar de allanamientos, o para darles contactos de empresas forestales que puedan explotar y vender madera de terrenos ocupados. “La gran mayoría del robo de madera viene de grupos que buscan lucrar, y que, en el mejor de los casos, usan la ‘causa mapuche’ como telón de fondo”, aseguran fuentes internas.
Según estas personas, Beltran vendria ocultando informes referentes a las organizaciones dedicadas al robo de madera desde su llegada a la unidad de inteligencia.
No está claro si Beltrán envió esos informes a la dirección de la Dipolcar en Santiago o las guardó en un cajón de su escritorio. Como sea, hasta hace poco, esa unidad parecía hacer la vista gorda en este tema.
Foto C.P.
POR INTERFERENCIA|