
El pasado jueves 8 de mayo, el astrofotógrafo Marcelo Maturana inauguró la muestra astrofotográfica “Desolación” en el CAMM, Centro de Arte Molino Machmar, de la ciudad de Puerto Varas, en la que retrata con su lente en modo nocturno los distintos lugares afectados por la erupción del Volcán Calbuco el 22 de abril de 2015, a 10 años de este catastrófico evento.
Oriundo de Puerto Montt, ha trabajado la mayor parte del tiempo en su empresa de publicidad y sitios webs “Cromactivo”, de la cual en 2020, y en plena pandemia, descubre una pasión que le cambiaría la vida: la astrofotografía. A través de esta técnica ha retratado con su cámara distintos lugares de la Región de Los Lagos en la oscuridad de la noche.
Desde hace 10 años, Marcelo vive en el campo, hacia la cordillera, a 20 km de Puerto Montt, en una localidad llamada Polincay, donde disfruta de la naturaleza por estar cerca de la Reserva Nacional Llanquihue, Volcán Calbuco y Parque Alerce Andino.
Estos lugares cercanos lo motivaron a aventurarse en la astrofotografía, retratando paisajes en altas horas de la noche, hasta la madrugada, con temperaturas muy extremas, bajo los cero grados, y que muchas veces exigen un esfuerzo extra para poder fotografiarlos.
Para capturar y lograr estas fotografías se necesita de una planificación previa. Se ve primero el estado del tiempo y su proyección en horas durante la noche. También se llega antes al lugar, para conocer su geografía y evitar accidentes nocturnos, como también ver de día y poder realizar ideas y maquetas in situ antes de ir en la noche. También se ve el potencial del lugar y la idea a realizar en la mente, como también improvisar en el sitio y dejarse llevar.
“Primero, la escena nace en mi cabeza, la idea, para después plasmarla en la cámara”, explica Maturana.
Para capturar estas particulares fotografías, utiliza una Nikon D5600 con sus lentes Tokina 14/20mm f2 y Nikkor 35mm f1.8. Se necesita de lentes muy luminosos que permitan la mayor cantidad de paso de luz hacia el sensor de la cámara.
También se necesita de un trípode firme para estabilizar la cámara, porque este modo fotográfico es de larga exposición, a diferencia de la fotografía diurna que pueden ser pocos segundos, esta se sitúa entre los 15 a 20 segundos, adquiriendo luz e información que el sensor transformará en una foto y que revelará, sobre todo, detalles del cielo.
En cuanto a su motivación, Marcelo cuenta que lo inspiró “lo que le ofrece el sur y nuestra región, versus el norte de Chile”, aunque la mayoría de astrofotógrafos, astronomía y telescopios son norteños, ya que tienen buen clima y lugares en altura. Sin embargo, el puertomontino ha querido retratar y mostrar la zona con todos sus atributos (mar, lagos, árboles, montañas, volcanes) y eventos que marcaron la zona, como la erupción del volcán Calbuco en 2015. “Todo eso, sumado a lo difícil que se hace realizar astrofotografía en el sur, el clima extremo y humedad, hace que sea un verdadero desafío”, expresa Maturana.
“El solo hecho de observar en el lugar donde vivo, en que la contaminación lumínica es nula, es maravilloso y conmovedor, poder viajar al pasado con objetos estelares tan lejanos es fascinante, capturar la vía láctea y mostrarla a las demás personas es súper emocionante. Lo mejor es salir de trekking nocturno y poder mostrar los cielos australes a los demás, acercar el firmamento a más personas y, por supuesto, motivarlas a que observen el cielo”, manifiesta el astrofotógrafo.
“Maravillarnos del firmamento y observar la bóveda celeste es una sensación sanadora, mostrar estos lugares da un valor agregado a los hermosos atributos de nuestra tierra, el cosmos es parte del paisaje y mi intención es mostrarlos y entusiasmar a más personas para que puedan realizar este tipo de fotografía. Cada vez que salgo, el universo y la madre tierra me nutre y me muestra la maravilla que tenemos a nuestro alcance. Mi meta es impresionar a las personas y traerles el firmamento a los que no tienen acceso, como también promocionar a la zona como capital de la observación astronómica del sur”.
“Realizar tu primera fotografía que muestre el firmamento es una sensación indescriptible, única. Te ayuda a descubrir y estudiar el cosmos de manera constante. Mostrar y representar a nuestra zona de manera nocturna, me llena de orgullo”.
Explica que una astrofotografía debe contener, en su esencia, aparte del cielo estrellado y la vía láctea, un paisaje, un concepto, una emoción. “Con gran entusiasmo, quiero construir un sello propio, construir una historia en torno a la fotografía y mostrar eventos que dejen un legado o historia en el tiempo, como fueron estos vestigios afectados por la erupción del Volcán Calbuco, donde emerge un escenario lleno de desolación y erosión”, cuenta Maturana.
Dicho evento provocó que la vida se ausente del lugar, en donde reinaba un ecosistema lleno de vida y biodiversidad. Lugares aledaños a la Reserva Nacional Llanquihue y el Parque Vicente Pérez Rosales, van dejando con el paso del tiempo vestigios y una cicatriz muy difícil de ocultar.
UNA EXPOSICIÓN IMPERDIBLE
El concepto de la exposición viene marcado por la “desolación”, que destaca una herida profunda en donde reina la ausencia de vida y biodiversidad del misterioso escenario, donde emergen testigos silenciosos, guardianes y sobrevivientes de la noche que interactúan con la belleza del cosmos, extendiendo sus brazos danzantes para buscar una salida a su dramático desenlace. Mientras el universo marca el paso del tiempo, ellos se enfrentan a un estancamiento en éste. La belleza de lo invisible se hace presente para mostrarnos la relación entre ambos, el río de estrellas pinta la escena de colores versus el contraste dramático de los vestigios erosionados.
Aquellos vestigios marcan un antes y después del catastrófico evento, dando paso a un escenario rodeado de erosión y soledad, en donde la desolación se expresa por los árboles del lugar, principalmente alerces, coigües y ñirres.
La muestra fotográfica se compone de 27 fotografías, más dos pantallas que muestran videos en time-lapses de los distintos lugares afectados por la erupción.
Se encontrará abierta al público hasta el 29 de junio, en el tercer piso (Sala Vulcanología) Sernageomin del CAMM (Centro de Arte Molino Machmar) de la ciudad de Puerto Varas.
Quienes quieran más información sobre la expo y el maravilloso trabajo astrofotográfico que realiza Marcelo, pueden visitar su Instagram @matuutex y su web www.marcelomaturana.com.
Por Catalina Álvarez.