¿Cuáles son los principales conflictos ambientales en Chiloé?
Hoy el Archipiélago vive una crisis medioambiental que ciudadanos y activistas vienen denunciando hace años, pero poco se ha hecho hasta ahora. A continuación te informamos de qué se trata.
A solo cuatro días de las elecciones donde se elegirán, entre otros cargos, diputados y consejeros regionales, los vecinos y vecinas de Chiloé esperan que los candidatos electos sean capaces de representar sus principales demandas y necesidades. En ellas se incluye el trabajar para enfrentar varios conflictos ambientales que hoy afectan al territorio.
TALA DEL BOSQUE NATIVO
Un estudio realizado por el Instituto Forestal este año, reveló preocupantes antecedentes respecto de la tala ilegal de bosque nativo en Chiloé. Se señala que durante la última década, la provincia ha perdido 10 mil hectáreas de vegetación nativa por la tala indiscriminada, que tiene como finalidad la generación de leña.
Lo cierto es que desde hace un tiempo, cada año, tanto medios locales como nacionales, sacan noticias respecto al preocupante avance de la tala ilegal. Incluso, en 2019, la Región de Los Lagos fue declarada como la Región más desforestada de Chile.
Por eso, diversas organizaciones como el Movimiento Defendamos Chiloé y Minga Chiloé, vienen desde hace años haciendo esfuerzos para poner esta realidad en la agenda pública. Sin embargo, denuncian que, hasta el día de hoy, el Estado sigue ausente.
EXTRACCIÓN DEL POMPÓN
Aunque no resuena tanto como el problema anterior, se está intentando visibilizar cada vez más el daño que está provocando la extracción indiscriminada del musgo pompón, una especie vital para que la zona no se quede sin agua dulce en periodos de poca lluvia.
En el Archipiélago de Chiloé no existen suministros de agua dulce proveniente de los deshielos de las montañas como en el continente, sino que sus napas subterráneas se alimentan del agua lluvia acumulada en un tipo de humedal llamado “turberas”.
Desde hace algunos años, el “pompón” se extrae vivo sin control, lo que lo ha convertido en un recurso a pasos de volverse escaso, así como también escasea el agua dulce que en temporada de verano disminuye cada vez más en Chiloé. Este musgo se utiliza mundialmente en viveros y jardinería, además de como aislante térmico, como piso orgánico, filtros, entre otros.
Organizaciones como Humedales de Chiloé: Patrimonio de Todos, trabajan por la conservación de estos frágiles ecosistemas, fomentando una serie de iniciativas para la protección de los humedales costeros y terrestres. Sin embargo, la acción de activistas no es suficiente si no se complementa con una adecuada regulación en materia de extracción de este recurso.
CONTAMINACIÓN E IMPACTO DE LA SALMONICULTURA
Es sabido a nivel nacional que en algunas regiones de Chile la industria salmonera está destruyendo el fondo marino y provocando constantemente tragedias ambientales en el mar. A partir de arrojar deshechos o del uso indiscriminado de antibióticos, han provocado la contaminación de cuerpos y han alterado los cursos naturales del agua dulce.
Lamentablemente, este rubro ha generado uno de los mercados más prósperos para industrias internacionales en Chile, por lo que se ha vuelto parte fundamental de la economía local. Pero todo esto a costa de que el territorio se haya trasformado en un laboratorio donde se privilegia la maximización del volumen de producción con un mínimo de control ambiental, sanitario, e incluso laboral.
La industria salmonera ha incorporado más de veinte enfermedades virales, bacterianas y parasitarias que no existían en el sur de Chile. Por otra parte, peces propios de la naturaleza de los fiordos del sur, se han trasformado en alimento de los salmones que hoy están repartidos en las aguas de la Región de Los Lagos.
Respecto a la contaminación del mar, las salmoneras influyeron en el crecimiento de la marea roja, culminando en un episodio crítico conocido como el “Mayo chilote”. Esto afecta directamente a la pesca artesanal y a las personas que viven del trabajo en el mar.
Además de afectar los fondos marinos y la biodiversidad local, las operaciones diarias de estas empresas han generado enormes derrames de deshechos, mortalidades masivas y proliferación de zonas muertas (anoxia).
Hasta la actualidad, la falta de regulación en salmoneras es un problema y, a pesar de que activistas ambientales de la zona y grandes organizaciones como Greenpeace luchen por revertir esta situación, no se ha logrado impedir que las empresas salmoneras desarrollen proyectos altamente contaminantes en la zona.
Por | Catalina Álvarez| Foto C.P.