Perú sin presidente exige una nueva constitución

Merino quien fue designado por el congreso peruano en reemplazo del expulsado ex presidente Vizcarra tiró la toalla tras una semana de masivas protestas de ciudadanos, que le tachaban de “usurpador” y “golpista”, y, sobre todo, debido a la represión policial, que dejó al menos dos muertos y provocó salidas en cadena del Gobierno.

Siguen las protestas en la calle para que “salgan todos los corruptos del Congreso”

Los peruanos, hartos de estériles luchas de poder y de lo que denominan como la ‘repartija’ de cargos, siguen en la calle. Están contentos con la dimisión de Merino, pero exigen que también salgan todos los corruptos del Congreso y se redacte una nueva Constitución.

“Él no renunció, el pueblo lo sacó (…) Ahora viene el Congreso, que se tiene que ir. Una nueva Constitución es la que tiene que venir”, reclama una joven peruana.

“Es lo mínimo que podía hacer (Merino), pero eso no significa que bajemos la lucha porque hay a muchos que sacar”, añade otra manifestante.

La Fiscalía General presenta denuncias contra homicidio contra Merino y el primer ministro

“Asesinos” gritan los manifestantes a las fuerzas del orden. Se han presentado denuncias por homicidio y graves violaciones de los derechos humanos contra el expresidente Merino, su primer ministro y el ministro del Interior por la represión de la última semana.

El Tribunal Constitucional exige a la Policía ubique inmediatamente a numerosas personas desaparecidas durante las protestas.

El Congreso impide la elección de la primera presidenta de Perú

Entretanto, el Congreso mostró este domingo otra vez su profunda división, al rechazar la elección de la legisladora izquierdista Rocío Silva Santisteban como jefa del Congreso, y por ende, como presidenta interina hasta las elecciones de abril. Hubiera sido la primer mujer en ocupar el cargo indicó a Euronews  Carmen Menéndez.

El Legislativo volverá a intentar llegar a una solución de compromiso este lunes. Una solución urgente, pues Perú está, en estos momentos, sin presidente y sin mesa directiva del Congreso. Eso significa que dos de los tres poderes del Estado están vacantes en medio de la enorme crisis política, social y económica que atraviesa el país con más muerte por COVID-19 del mundo, en relación a su población.