Cantos Cautivos: plataforma rescata testimonios de experiencias musicales durante la dictadura de Pinochet
El sitio Cantos Cautivos busca hacer una contribución a la memoria histórica de nuestro país.
“El día que fui capturada, luego de la primera sesión de torturas, pedí permiso para cantar un villancico cuyo nombre no recuerdo. Lo hice para darle a saber a una amiga presa en la Venda Sexy que yo también estaba allí”.
Este fragmento es parte del testimonio de Ana María Arenas, mujer que estuvo detenida en el tristemente célebre Venda Sexy, centro de detención y torturas de la Dirección de Inteligencia Nacional, DINA, ubicado en la comuna de Macul.
“Antes de ser apresadas, mi amiga y yo preparábamos ese villancico en el Coro Mozart, donde cantábamos. Ese coro era un rejuntado de miembros del Coro de Cámara de las Universidades de Chile, de la Católica y de la Técnica del Estado”.
“Éramos todos de izquierda”, prosigue la mujer, “y buscábamos tener un espacio seguro donde compartir música e ideas”. En su testimonio, Arenas recuerda que “luego del villancico, las demás compañeras en la Venda Sexy me pidieron que cantara más. Canté el bolero “El reloj”, que aprendí a través de la versión del trío Los Panchos”.
Este es uno de los 156 testimonios que alberga el sitio Cantos Cautivos, de los cuales 52 se refieren a canciones total o parcialmente creadas en prisión.
De hecho, la imagen que ilustra esta nota muestra al grupo “Los de Chacabuco”, creado y dirigido por Ángel Parra en el Campo de Prisioneros Chacabuco, lugar por donde -se estima- pasaron más de 1.200 prisioneros entre noviembre de 1973 y abril de 1975. La obtuvimos de la página oficial de Cantos Cautivos.
Se trata de una plataforma digital que compila testimonios de experiencias musicales en recintos de detención política y tortura durante la dictadura de Augusto Pinochet, desde casas clandestinas y campos de concentración hasta comisarías y cárceles.
De esta forma el proyecto busca contribuir a la memoria histórica de la dictadura y a debates sobre derechos humanos en otros contextos históricos y geográficos.
El proyecto recibió fondos desde el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y de Leverhulme Trust.
En Décima Sinfonía te invitamos a conocer este interesante proyecto acá.