La banda neoyorkina tocó el viernes 13 de septiembre pasado frente a unos 200 fanáticos por alrededor de dos horas e interpretó un repertorio cargado de clásicos.
Riot V es una de las tantas bandas que en algún momento de mi existencia escuché y disfruté -al igual que muchos de mis amigos-, y a la que le perdí la pista hace bastante tiempo. Mi disco de cabecera fue por mucho tiempo el icónico e insuperable “Thundersteel” de 1988, cuando se llamaban sencillamente Riot.
Del resto de su discografía recuerdo muy bien el full-lenght “The Privilege of Power” (1990), por tres razones, básicamente: primero, por ser la continuación del mega clásico “Thundersteel”; segundo, por contener un inédito cover a Al Di Meola (¡!); tercero, por incluir una sección de vientos (¿?), entre cuyos artistas invitados estaba nada más ni nada menos que el famoso trompetista Randy Brecker (¿¡!?).
Y es que inesperadamente, hay que decirlo, llegaron hasta las lluviosas tierras del sur de Chile de la mano del “Mean Streets Tour 2024”, gira que es parte de la promoción de su decimoséptimo álbum de estudio, lanzado en mayo pasado y que lleva por título “Mean Streets”.
Y a esos 17 álbumes de estudio habría que sumar una serie de singles, EPs y discos en vivo. Nada mal para una banda que el próximo año cumple 50 años de su fundación.
A las 21 horas de ese viernes 13 de septiembre ya estaban abiertas las puertas del Barra Bass Bar Cervecería, local que albergaría al quinteto norteamericano.
Y en su debut por la ciudad de las cuatro colinas tuvo de teloneros a los osorninos Rapaz, quienes volvieron a los escenarios después de cinco años. Tal como lo había anunciado la organización -a cargo de Killer Producciones-, el cuarteto nacional inició su presentación a las 22 horas.
A pesar de los años de inactividad, Rapaz ofreció una presentación cargada de energía, la que se extendió por alrededor de 45 minutos y que les permitió mostrar su propuesta musical a través de temas como “Nauseabundo despertar” o “Rapaz”, tema que abre su único larga duración, lanzado en el 2017.
La presentación del plato fuerte de la noche había sido fijada para las 23 horas, pero por alguna razón la banda recién se subió al escenario a eso de las 23:40. El público, que ya había repletado el local, estaba expectante e impaciente por el inicio del show.
A las 23:45 comenzó a sonar “Hail to the Warriors”, tema que abre su último lanzamiento, para luego interpretar uno de sus tantos clásicos, “Fight or Fall”. El público respondió con gratitud y coreó por primera vez en multitud el nombre de la banda.
El show continuó con “Fire Down Under”, tema que aparece en el disco del mismo nombre, lanzado por allá por 1981, para seguir con “Victory”, de su disco “Armor of Light”, lanzado en el 2018.
En seguida se coló en el setlist “On your Knees”, del inefable “The Privilege of Power”, tras lo cual Todd Michael Hall, vocalista de la banda, expresó de forma efusiva su gratitud al público con un convincente “muchas gracias”.
Prosiguen pasada la medianoche con “Feel the Fire”, segundo track de su último disco. Luego interpretan “Road Racin’”, composición que cierra el disco “Narita”, lanzado por Capitol Records en 1979.
Suena “Heart of a Lion”, que es parte del mencionado “Armor of Light”; se saltan a 1977 con “Warrior”, segundo track de su debut discográfico, “Rock City”, para continuar con “Bring the Hammer Down”, perteneciente a su placa “Unleash the Fire” del 2014.
Se despachan una perfecta interpretación de “Johnny’s Back” del ya mencionado “Thundersteel”, para deleite del público, a lo que le sigue “Restless Breed”, del disco del mismo nombre, lanzado por allá por 1982.
Continuaron con “Bloodstreets” (sí, también del “Thundersteel”), oportunidad en que Don Van Stavern, el hombre tras las cuatro cuerdas recordó a Mark Reale, fundador y principal compositor de Riot, quien falleció en el año 2012 por complicaciones relacionadas con la enfermedad de Crohn, dolencia que el músico sufrió durante muchos años. El último disco que grabaron juntos fue “Immortal Soul” (2011).
Tras esta irreparable pérdida la banda se disolvió, pero en el 2013 vuelven con una pequeña variación en el nombre: de Riot pasan a llamarse Riot V. Y es también cuando se integra su actual vocalista, Todd Michael Hall.
Van Stavern es el miembro activo más antiguo de la banda y, como si fuera poco, también es su actual manager. Llegó en 1986, se fue en 1990 y luego volvió en el 2008. No volvió a irse. Mike Flyntz, uno de los guitarristas, es otro de los antiguos miembros que sigue activo. Llegó a las filas de Riot en 1989 y ahí se quedó hasta los días de hoy.
De los 80s la banda se trasladó nuevamente al 2014 con “Take me Back”. Prosiguieron con algo de su nuevo álbum, “Love Beyond The Grave”, y ya nos vamos de regreso a 1988 con otro clásico: “Flight Of The Warrior”.
Cuando ya se cree que el show está por finalizar, se despachan “Swords and Tequila”, para cerrar con el tema más esperado de la noche, el himno “Thundersteel”. El público estaba en total éxtasis y con ganas de un poco más.
Pero aún quedaban algunos cartuchos. Suena “Sign of the Crimson Storm”, “Magic Maker” y -ahora sí-, para cerrar, “Angel’s Thunder, Devil’s Reign”, cuando ya se acercaban las 1:30 del sábado 14 de septiembre.
Y a pesar de que debían partir temprano a Santiago para su segundo y último show en Chile ese mismo sábado en la tarde, todo en el marco del Heavy Steel Fest, Todd Michael Hall, Mike Flyntz y Don Van Stavern no tuvieron problemas para conversar con el público, firmar autógrafos y sacarse fotos. Una noche mágica para cualquier fan del mejor heavy metal norteamericano.
Texto y fotos: Miguel Negrón Oyarzo.
