Rata Blanca Post-pandemia en Puerto Montt: “miles regocijados”

Para muchos era la segunda oportunidad en que podían ver a legendaria banda argentina en la capital de la región de Los Lagos en Chile, para otros fue la primera y de seguro la espera de una pandemia entremedio y algunas dificultades técnicas no opacaron el profesionalismo y la gran interpretación de clásicos grabados a fuego en el alma del rock sudamericano.

Clásicos como mujer amante o el hada y el mago deberían enganchar a cualquier buen amante del rock y del heavy, ¡y así fue!. Y es que, como si se tratara de un ritual medieval, muchos la noche del 27-08-2022 fuimos llevados a una cita rockera que prometía un golpe de realidad, amor, cuentos y leyendas narradas por los mismísimos Rata Blanca, banda de Heavy Metal argentina formada en 1985 en la zona del Bajo Flores, al sur de la ciudad de Buenos Aires y una joya musical para quienes gustan de los excelentes solos de Walter Giardino, y del enorme desplante de Adrián Barilari y compañía. 

La Espera

Durante la tarde y a pesar del frío que venía con la caída del sol, en la ciudad se comenzaron a ver poco a poco las poleras negras, con las ya características letras de Rata Blanca, previo aviso de la junta que se iba a dar en la invernal noche de sábado en Melipulli.

Se prometió de parte de la productora Killers, que las puertas se abrirían a las 18:00, pero por temas varios que ya te contaremos, el ingreso se retrasó hasta las 19:00 horas. Cuestión que si estabas bien abrigad@, no debió significar gran inconveniente.

Las cosas no fueron fáciles, nos contaron desde “Killers Producciones”: “hubo que lidiar con un problema importante, ya que una grúa del recinto arrendado no funcionó. “Y sin grúa no se pueden colgar el audio ni luces ni pantalla”. Contó a RDS, Genaro Veloso productor del evento.

Las gestiones entre la noche del viernes y sábado temprano fueron infructuosas para conseguir una grúa, hasta que finalmente se contrató una cerca de mediodía para sacar la que estaba mala que se encontraba “en plena rampla” (y dónde no se podía hacer nada) y otra grúa para realizar el trabajo de instalación de todo el aparataje sonoro y visual. Esto provocó que las pruebas de sonido y todo lo que se tenía previsto sufriera ajustes dentro de lo que se había programado.

El Ingreso

El ingreso fue absolutamente en orden y sin ningún tipo de exabrupto, todas las personas contaban con su pase de salud, lo que permitió mantener los protocolos que se requieren para estos eventos. En tanto hubo ya adentro del recinto Arena Puerto Montt distintos puntos de venta de bebidas, “de todos los gustos y sabores” y también algunos puntos de venta que aseguraban llevarte un recuerdo de esta esperada visita.

Los teloneros

Pasadas las 20:00 horas Esquina Perdida asomó como carne de cañón, ante la mirada de los cientos que ya copaban la parte inferior o cancha de la Arena Pto Montt, pero solo bastaron 2 canciones para que el respetable aceptara de buena gana y forma los términos heavy de los Ex Ruls, quienes con consignas que mezclan la localía, el sur, la pilsen y la justicia social hicieron prender la mecha del rockandroll a quienes venían ingresando y agolpando las tres galerías que se encuentran a los bordes de cancha. Luego de la versión “Preguntas por Puerto Montt” de Victor Jara, adaptada y rockeada la gente quedó con ganas de más y los sólidos músicos lo supieron leer siguiendo con un clásico de la banda que es “Rock Para Huenante”, (Primer caso de un joven desaparecido en democracia en Puerto Montt). ¡El cuarteto sumó un punto en una noche mágica!

Luego fue el turno de Eternidad, quienes sus pergaminos de una banda técnica heavy y melódica gustaron de inmediato en el paladar de los fanáticos de Rata Blanca. Con los potentes dobles pedales de canciones que te llevan a mover la cabeza tan rápido como los mismos riffs y otras que te abducen y te trasportan al mundo de Eternidad solo se puede rescatar que es una de las bandas actuales top en el sur de Chile. Eduardo Vargas vocalista tiene un registro que no falla en ningún recinto y junto a sus tres compañeros en guitarra, bajo y batería hicieron comprender a miles de que la ciudad tiene exponentes muy bien preparados para nuevos desafíos.

Rata Blanca

Ya habían pasado las 22:30 y las clásicas e infaltables pifias impacientes comenzaban a caer cuando tras el escenario se vislumbraron unas tenues siluetas azules donde aparecieron los músicos sin tanta fanfarria ni jolgorio. ¡Llegaron y tocaron!

Los gritos de alegría y las manos al cielo no se hicieron esperar, fue conexión de inmediata entre los músicos argentinos y los ya casi 2.000 asistentes en el coliseo techado más grande de la ciudad.

La canción para arrancar con todo fue “Michell, odia la oscuridad” tema del séptimo disco de la banda “La llave de la puerta secreta”, cuyo arranque se vio un poco opacado sobre todo por detalles en el micrófono del vocalista Adrián Barilari, cuestión que se solucionó con el cambio de este.

La temperatura seguía subiendo y las grandes filas para comprar cerveza habían desaparecido, concentrando ya toda la atención de los y las asistentes en la presentación de los veteranos rockeros, sobre todo cuando sonó el clásico “Volviendo a casa” cuyo poder se sintió en cada vibración emitida por los fanáticos y la misma banda.

De allí en más parecía que todo seguiría su curso natural, pero no! Esto es rock señores y nuestro querido Walter Giardino, conocido por su fuerte carácter no soportó que su guitarra no estuviera a la altura y la lanzó como la vieja usanza dicta. Así se quemaron algunos minutos donde no hubo música pero sí un pequeño monólogo de Adrián Barilari quien mantuvo la llama viva con el público para seguir con el show.

Ya superados los inconvenientes “todos” al fin la banda se sintió plena, pudiendo sonar a gran nivel y también desenvolviéndose como si de veinteañeros se tratara. La energía no se detuvo y el aguante del público puertomontino es digno de alabar, ya que por una parte mantuvo el respeto y por otro se hizo respetar dejando en claro que ¡al recital lo fueron a pasar bien!

Ya en la última parte del show sonaron los clásicos como: “ella”, “días duros”, “mujer amante”, donde claro y luego después de una falsa despedida sonó finalmente “el hada y el mago” canción que generó una sensación de placer, felicidad y satisfacción entre quienes saltando abrazados en grupos, en parejas, con familias, con amigos y otros solos, disfrutaron de un ritual junto a miles regocijados.

Por Enzo De La Hoz| Foto RDS.