Un ecosistema bien equilibrado utiliza el agua de la manera más eficiente
La actividad humana moderna agrega grandes cantidades de nutrientes al medio ambiente, especialmente nitrógeno, que se agrega más rápido que otros nutrientes. Aunque las plantas dependen del nitrógeno para vivir y crecer, un exceso de un solo nutriente en un ecosistema complejo puede hacer más daño que bien.
Cuando los científicos estudian el uso de nutrientes en las plantas, generalmente se enfocan en escalas pequeñas: hojas, una sola planta o pequeñas cohortes de plantas. Aunque las hojas o plantas individuales pueden comportarse de cierta manera, sus interacciones con otros factores en su entorno pueden conducir a diferentes respuestas a nivel de ecosistema.
En un estudio de, El-Madany et al. monitorearon los cambios a nivel de las hojas, pero también elevaron su mirada al nivel del ecosistema para obtener una imagen precisa de las consecuencias en el mundo real de la disponibilidad de nutrientes. Los científicos investigaron cómo la adición de nitrógeno y fósforo afecta la eficiencia del uso del agua en las plantas (cuánto carbono absorbe una planta por la cantidad de agua que pierde) en un ecosistema de la sabana mediterránea durante 6 años. Los autores trataron dos parcelas, una fertilizada con nitrógeno y la otra fertilizada con nitrógeno y fósforo, y dejaron una tercera parcela sin tratar.
Descubrieron que los nutrientes agregados dieron un impulso a los ecosistemas. La eficiencia del uso del agua, el área foliar y la absorción de carbono aumentaron en ambas parcelas fertilizadas. Sin embargo, en la parcela de solo nitrógeno, las plantas lucharon con el desequilibrio de nutrientes y trataron de buscar fósforo del suelo. El esfuerzo extra requirió más agua. En contraste, la parcela que recibió tanto nitrógeno como fósforo prosperó, y su eficiencia en el uso del agua fue la mejor de las tres parcelas.
Además, los investigadores descubrieron que los tipos individuales de plantas en su estudio respondieron de diferentes maneras para contribuir a las observaciones de todo el ecosistema. La parte herbácea o cubierta de hierba de la sabana absorbió los nutrientes añadidos con su sistema radicular poco profundo y exhibió la mayor parte del crecimiento resultante. Los árboles de raíces más profundas mostraron poca respuesta, al menos con respecto a los rasgos que los investigadores midieron en este estudio.
Estos resultados demuestran la importancia de elevar los estudios al nivel del ecosistema al considerar cómo nuestro planeta responderá a los cambios continuos en las concentraciones de nutrientes, la disponibilidad de agua y otros factores ambientales.
Por| Equipo RDS |Foto D.P|