Un poco de historia: este es el origen de Halloween

Odiada por muchos, amada por tantos más. Es la tradicional fiesta que se celebra cada 31 de octubre en todo el mundo, pero de la que pocos saben su origen.

Usualmente es sabido que se trata de una festividad extranjera, y que el propósito es disfrazarse y ambientar los espacios de acuerdo a una temática terrorífica o espeluznante. En el caso de niñas y niños, se fomenta la tradición de salir a pedir golosinas por el barrio o la ciudad.

Pero entonces, ¿de dónde surge esta idea? ¿Por qué se replica su celebración en Chile y en tantos otros países?

El término Halloween es una palabra abreviada de las frases “All Hallows Eve” o “All Hallows Evening” que significa, Víspera de Todos los Santos.

La celebración propiamente tal, tiene su raíz en el antiguo festival pagano celta Samhaim, donde se creía que los difuntos caminaban entre los vivos y por eso se hacían ceremonias de comunicación con los muertos ayudándolos a encontrar su camino hacia el descanso eterno.

Con los años, esta celebración se cristianizó y comenzó a festejarse en Reino Unido, Irlanda y el noroeste de Francia. Poco tiempo después, en 1840, los irlandeses llevaron la tradición a Estados Unidos y Canadá, quienes originalmente celebraban de forma menos espectacular que en la actualidad.

En el año 1914, Elizabeth Krebs, una talentosa mujer de Kansas, Estados Unidos, decidió otorgarle a Halloween el carácter de celebración al que actualmente estamos acostumbrados. Organizó una gran fiesta donde hizo un concurso de disfraces y un desfile. Asistió gente de todas las edades. La noticia de su éxito trascendió todo el país, y en los años siguientes se instauraron fiestas de Halloween en todo el país, las que incluían concursos de disfraces, desfiles, música, comida, bailes y dulces acompañados de aterradoras decoraciones de fantasmas y diablillos.

Entre las familias que han incorporado esta celebración no queda absolutamente nadie afuera.

Entre las décadas de 1970 y 1980, Halloween fue adquiriendo un carácter universal debido a que el tópico de su celebración fue llevado al cine y la televisión, haciéndose conocida en prácticamente todo el mundo. Y, por supuesto, Chile no fue la excepción, aunque su origen también se comparte con celebraciones hermanas, las que buscan marcar el fin de un ciclo estacionario y el comienzo de otro (invierno-primavera).

Una de ellas: la fiesta de la Cruz de Mayo, o Fiesta de las Cruces, en la que se rinde culto a la naturaleza teniendo en cuenta el tiempo medio de la primavera. En ella, la comunidad entera participa y se dividen las funciones. Pero no es la única. Otro ejemplo es la quema de rastrojos que se realiza en el campo para marcar el cambio estacionario. Esta, en su origen, también se emparenta con Halloween en la ritualidad agrícola.

Claro está que de aquellas tradiciones se sabe muy poco en comparación a la fiesta anglosajona de Halloween. Lamentablemente en algunos países lo foráneo es mucho más atractivo y es un tema que también está muy ligado al consumismo, un sistema del que, además, es muy difícil salir. Todo lo que vende Halloween es casi imposible erradicarlo a estas alturas de la sociedad.

En todo el mundo se continúa la tradicional noche de disfraces cada 31 de octubre, lo que a muchos les encanta y se esmeran lo suficiente para crear verdaderas obras de arte en sus cuerpos, incursionando no solo en el vestuario sino también en maquillaje y ornamento.

Otros buscan opciones más bien sencillas, con lo que tienen a mano, improvisando disfraces también muy originales y creativos donde se requiere de bastante habilidad e imaginación. Si no se tienen todos los implementos a mano, siempre es buena opción comprar disfraces ya hechos, los cuales abundan sobre todo por internet y pueden variar muchísimo en precios dependiendo de la calidad y la popularidad.

También hay algunos que prefieren recurrir a opciones más prácticas como el arriendo de disfraces, un negocio que funciona todo el año pero que tiene especial auge en estas fechas. Un arriendo puede ir desde los $5.000 hasta los $15.000 por persona, y se puede encontrar una gran variedad de trajes para todos los gustos y edades.

Y tú, ¿celebras Halloween? ¿De qué te vas a disfrazar este año?

Por| Catalina Álvarez | Imagen D.P.