Después de tres siglos, volvió “Sed y resistencia”

COLUMNA| Adrián Moyano

Un placer volver al aire de “Décima Sinfonía” después de tres meses de pausa. Desde una perspectiva de largo plazo, 90 días son apenas una exhalación, pero ¡vaya si pasaron cosas mientras inspirábamos y exhalábamos! Sin consultar archivo alguno, la memoria del columnista se deja asaltar, por orden de aparición, por el bochorno que vivió la “primera democracia del mundo”, cuando un puñado de facinerosos intentó tomar por asalto el Congreso de Estados Unidos, ante la mirada atónita de buena parte del mundo. El papelón tuvo lugar poco antes del cambio de mando, cuando el todavía presidente Trump, azuzó a sus seguidores más descerebrados a protestar por los resultados electorales. ¡Qué espectáculo denigrante! Finalmente, el nuevo presidente asumió en tiempo y forma y ya dejó en claro que nada alterará la rutina imperialista de su país. Nada nuevo bajo el Sol.


También durante el verano que se acaba de ir, se manifestaron con toda crudeza las desigualdades planetarias: sólo 10 países, concentraron el 75 por ciento de las aplicaciones de vacunas versus el Covid19. El dato nos da la razón a quienes, cuando comenzó el asunto un año y monedas atrás, decíamos que muy lejos estábamos arribar al cambio civilizatorio que algunos filósofos, sociólogos y otros logos quisieron ver, ante la patente crisis del capitalismo. Los mandamases del planeta prevén salir del agujero con más capitalismo y con más desequilibrios de poder, como está a la vista. Geopolíticamente, está claro que Rusia y China vinieron a cuestionar la vocinglería estadounidense – europea, pero los que andamos con “Sed y Resistencia” no nos conformamos con cambiar de collar, ¿se entiende?
Y ya que estamos con cadenas y perros, el gobierno de Chubut apretó el acelerador y cuando el Sol ardía en Patagonia, intentó aprobar la ley que le permitiría zonificar la provincia para regalarle la meseta a las corporaciones mineras. No tuvieron en cuenta los miserables que allí gobiernan la perseverancia popular, que una vez más, se expresó en plazas y en rutas, no sólo en Chubut sino también en Río Negro. En Bariloche hubo movilizaciones en diciembre, febrero y marzo, con un grito claro y urgente: ¡agua para las huertas, no para las mineras!


Amigues de Puerto Montt y de Bariloche: por aquí, la derecha arrancó 2021 igual de desbocada que en 2020. Después de los incendios que asolaron la Comarca Andina del Paralelo 42, en particular, Lago Puelo y El Hoyo, un senador por Río Negro, el ex candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio y otros figurones de menor cuantía, salieron a adjudicar la autoría de los incendios a “células mapuches terroristas”, a la RAM, a la CAM y bla, bla, bla. Hicieron su irrupción en la prensa canalla y en las redes sociales con tanta rapidez como negligencia. Ni se fijaron en que el primer muerto que se cobraron los incendios fue el peñi Sixto Garcés Liempe, en el paraje Buenos Aires Chico. ¡Una eficacia de la hostia las “células mapuches terroristas”! Desde que comenzó la pretendida insurrección, van tres muertos (dos mapuche y un wenüy) y decenas de heridos (todos mapuche). Nada que ustedes, en Chile, no conozcan, después de décadas de montajes con la intención de solucionar por vía policial, un conflicto que tiene raíces históricas y que se originó, tanto allá como acá, en la usurpación por parte de los Estados del territorio mapuche libre, en el último cuarto del siglo XIX. ¡Ah! Como la ley en favor de la megaminería todavía no pudo pasar en Chubut, su gobierno aprovechó los incidentes que se produjeron en Lago Puelo cuando se concretó la visita presidencial, para criminalizar a activistas anti-minería, con allanamientos sin orden judicial y auténticos linchamientos mediáticos. ¿Democracia? Sí, sí… Democracia.
Pero hablemos también de cosas más lindas. Par de semanas atrás salieron nuevos álbumes de NOFX y de PJ Harvey, dos propuestas estéticas que supieron alumbrar nuestros caminos radiales 25 años atrás. Bueno, en realidad, el de PJ es un rejunte de demos que, de todas maneras, es bienvenido. En el pago chico y con los consabidos protocolos, volvió la actividad artística con la presencia de público. Igual, a juicio de quien firma, la brisa de aire más fresco vino por el lado de Sesiones Willin y el under de Bariloche. Desde fines de diciembre y por espacio de seis semanas, se estrenaron en YouTube pequeños shows, cada uno protagonizado por una banda de propuesta y sonido diferentes. Como amantes de la música, cada une tiene su corazoncito, pero más allá de las preferencias, Sesiones Willin vino a ratificar aquello que en “Sed y resistencia” sabemos hace décadas: la autogestión es el camino. Cuanto más profunda, más genuino el recorrido. ¡Que sea pleno el reencuentro, amigues de Décima Sinfonía! ¡Salud y libertad!