Música

Quizás no haya un caso igual al de los legendarios pioneros del thrash metal teutón, quienes debieron suspender dos conciertos anunciados en la capital regional. 

La primera vez que se anunció un concierto de los veteranos Destruction en las australes tierras puertomontinas fue en el año 2012. Se confirmó con bombos y platillos que uno de los grandes exponentes del metal alemán pisaría los escenarios de Puerto Montt en el marco de la gira Spiritual Genocide, 30 Years Of Total Destruction el día domingo 18 de enero del año siguiente, es decir, del 2013. Dicha gira tuvo por objeto promocionar su último disco a esa fecha, “Spiritual Genocide”, lanzado en Europa en noviembre del 2012 y en los Estados Unidos en febrero del 2013. 

Las entradas podían adquirirse por $13 mil en la tienda Grito Urbano del edificio Caracol de la capital regional. Para quienes llegaran sin ticket el día del evento al local la entrada les costaría $16 mil. Nada mal para una ciudad que hasta ese entonces no estaba acostumbrada a recibir visitas tan ilustres en lo que a metal extremo se refiere. 

Pero, ¿qué pasó? Solo unos días antes de la llegada del Año Nuevo se informó que el show en Puerto Montt se cancelaba. ¿Las razones? La productora no había podido cumplir con los requisitos previamente establecidos y los fanáticos locales se quedaron con las ganas de ver a uno de los pilares del thrash metal alemán. 

Si bien los responsables de clásicos como “Infernal Overkill”, “Eternal Devastation” o “Release From Agony” no lograron siquiera poner un pie sobre Puerto Montt, si cumplieron con sus presentaciones agendadas para dicha gira en Valparaíso y Santiago el lunes 19 y martes 20, respectivamente. 

Una nueva decepción

Pero la historia de desencuentros entre Destruction y Puerto Montt no termina ahí. Lo que sería una revancha para los fanáticos de la banda cinco años después finalmente se convertiría en una nueva decepción. 

Los alemanes habían sido anunciados con una nueva presentación en la ciudad de las 4 colinas para el 27 de septiembre del año 2018. Había afiche, preventa y local confirmado. 

La productora encargada de traer a los germanos era Weapons Of Conquest, responsable de algunos de los más importantes y legendarios shows de metal underground en Chile.

Como si fuera poco, la banda venía presentando “Thrash Anthems II”, una placa que contiene versiones regrabadas de sus clásicos discos ochenteros y que resulta ser superior a lo que fue “Spiritual Genocide”, el disco que los traía a Puerto Montt en el 2013. Nada podía salir mal esta vez.

Pero ocurrió lo que nadie se esperaba, aunque con ingredientes que convierten esta historia en una digna del teatro del absurdo. En concreto, la banda llegó hasta Puerto Montt y solo horas antes del show todo marchaba con total normalidad. 

Un día antes de la presentación se había anunciado por redes sociales que Destruction se subiría al escenario del Kroovy Club entre las 21 y 22 horas de ese jueves 27 de septiembre. 

La banda había tocado un día antes en Santiago en el marco del Metal Attack II junto a Napalm Death y Cannibal Corpse, y no eran pocos los que preguntaban donde comprar su entrada, ya que en Canometal Music Shop -local en que se vendían los tickets en la capital regional-, se habían agotado las preventas. 

Pero repentinamente llegaron los problemas. Una vez en el local, ubicado en el sector Angelmó, la banda manifestó que este no les gustó. Al menos eso es lo que se informó oficialmente.  

Ante la urgencia que demandaba esta inesperada situación, la producción buscó la forma de salvar el show. A la banda se le ofreció varias opciones, con todo lo que ello significaba en términos de producción: trasladar todo lo que había sido preparado para el show con días de anticipación de un lugar a otro en tiempo récord.

Finalmente, y ante la imposibilidad de dejar conforme a los teutones con los locales que se les había ofrecido, la producción se vio en la obligación de cancelar el concierto de Destruction en Puerto Montt solo horas antes de su realización “por motivos estrictamente técnicos” -según se leyó en el sitio del evento en Facebook-, y anunció que la devolución de las entradas se iniciaría el 2 de octubre de ese año. 

Para olvidar el mal rato, esa misma noche se organizó una tocata en un local puertomontino donde tocaron las bandas teloneras del fallido concierto internacional. Hasta ese lugar llegaron los miembros de la banda germana, quienes bebieron algunas cervezas, se sacaron fotos con los fans y firmaron autógrafos.

En Décima Sinfonía nos queda dando vuelta una pregunta: ¿veremos alguna vez a Destruction tocar en Puerto Montt? Quién sabe. 

Miguel Negrón Oyarzo.